Hace
mucho tiempo, en un lugar de
América vivía una familia muy numerosa y
pobre, abuelos, papás y 5 hijos, apenas tenían para comer, una taza de atole
con pan frio, es con lo que llenaban su estomago por la mañana y por la noche
una cena a base de frijoles, pan y café. Aun así eran muy felices ya que se
amaban mucho y se respetaban.
Todos
salían a trabajar desde muy temprano, menos los abuelos que ya estaban ancianos.
y los más pequeños Margarita y pedro de 7 y seis años eran enviados a la
escuela. José, María, y Luis de 14, 12,
10, años
trabajaban llevando leña a las casas ya que era invierno y se necesitaba
para calentar las chimeneas.
Un día Luis al ir al bosque a recoger la leña se encontró un pequeño perrito que
lloraba de frio y hambre, conmovido lo recogió y lo hecho en el morral que
llevaba para guardar los trozos de leña, después partió al pueblo a dejar la
leña que ya tenía pedida y por lo cual le pagaban unas pocas monedas. Ya tarde
llegó a su pequeña casa donde ya estaban el resto de sus hermanos y papás que
ya estaban preocupados porque no llegaba por lo que le preguntaron:
Porque llegaste tarde Luis,
sabes que no debes estar en la calle tarde porque hace mucho frio, a lo que Luis les contestó _ en la mañana al
ir al bosque por la leña me encontré un perrito que lloraba de hambre y de frio
lo recogí, lo puse en el morral y me lo
lleve conmigo, cuando terminé me puse a pensar que haría con el perrito,
traérmelo a casa o dejarlo en el pueblo para que alguien lo recogiera, pero
ninguna de las dos cosas estarían bien, en el pueblo se moriría de frio y
aquí se que no lo aceptarían, pues la
casa es muy pequeña, por lo que me fui
por todas las casas grandes del pueblo para ver quien lo quería, casi en todas
me rechazaron hasta que llegué a una donde estaba una niña muy sola, a pesar de
tener una casa muy grande y bonita la
niña lloraba muy triste, le pregunte porque lloraba y me contesto_ ya va
a ser navidad y mis padres que tienen mucho trabajo me han dejado sola con la
señora que me cuida, aunque ella me quiere mucho, me siento muy sola, si tan
solo tuviera un hermanito para jugar con
él, y seguía llorando, por lo que le dije: _ no te gustaría tener de compañero un perrito? para que lo cuides y sea tu compañero cuando tus padres se vayan a trabajar,
te lo regalo, a él le hace falta un hogar y a ti un compañero, lo aceptas?
La niña se puso feliz y le dio las
gracias al niño por ese regalo tan bonito, ya no estaría sola en esa casa tan
grande.
--Hermanos,
Papá y mamá, abuelitos me doy cuenta lo afortunados que somos pues tenemos todo
lo que podemos desear: una gran familia,
y mucho amor entre nosotros.