En el
jardín de mi abuela hay flores de muchos colores; rosas, lilas,
amarillas, blancas, también muchas mariposas que revolotean arriba de ellas. Entre
las mariposas sobresale una de color azul, es muy grande y hermosa, además muy
alegre, siempre está bailando por todo el jardín, eso y muchas cosas más la
distinguen de las otras, ya que mientras las mariposas del jardín solo imitan lo que las
demás hacen, ella busca ser autentica; juega con las estrellas, se baña con la
lluvia y el sol es su amigo.
Cuando sale el arcoíris vuela entre sus
colores, e invita a las flores del
jardín para que vayan con ella, las rosas, las margaritas, los tulipanes, las
azucenas, hortensias, la siguen jubilosas comparando cada una de ellas sus
colores con los del brillante arcoíris, mientras las otras mariposas no salen
del jardín y solo imitan a las otras mariposas.
Qué bonito es tener la libertad de
hacer muchas cosas, de realizar nuestros sueños, de provocar en los demás mucha
alegría.
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